miércoles, 28 de abril de 2010

El ermitaño

Había en una isla un joven ermitaño que tenia gran fama por su sabiduría y los buenos consejos que daba a la gente venían gentes de todas partes para pedirle consejo de los problemas que tenían y siempre se iban satisfechos y contentos el joven ermitaño se sentía orgulloso de ver tanta gente a su alrededor escuchándolo.

Su fama tan bien llego a una pequeña isla donde vivía otro ermitaño muy ansiano y pensó voy ha ir a visitarlo y así aprenderé y le pediré consejo dicho y hecho se presento al ermitaño joven, estuvieron mucho tiempo hablando al atardecer el ermitaño ansiano se despidió del joven para volver a su isla mientras se alejaba el joven ermitaño se sentía muy orgulloso y conplacido al pensar que un hombre tan viejo le había pedido consejos y le había dado lecciones de muchos temas, y sin quitar la vista del ansiano ermitaño vio con gran sorpresa que se hiva andando sobre el agua.

Este cuento como todos los cuentos tiene su moraleja pues cada uno que lo lea saque la que crea mas conveniente

jueves, 15 de abril de 2010

El cuento de las galletitas

En un aeropuerto un muchacha esperaba para coger su vuelo, cuando por la megafonía anunciaban que su vuelo se retrasaría al menos una hora, estonses dijo me conprare un bolsa de galletitas me sentaré y mientras me las como leeré este libro.
Al mismo tiempo que se sentaba en un banco lo hacia un hombre la bolsa de las galletitas estaba en medio de los dos la muchacha cogiendo un galleta se la llevó a la boca y vio con sorpresa que el hombre cogía otra y se la comía.

La muchacha pensó que cara mas dura tiene,cogiendo ella otra galleta para comérsela vio con gran sorpresa que su compañero de asiento se comía otra la muchacha cada vez estaba mas furiosa y así una tras otra se fueron comiendo las galletas hasta que solo quedaba una el hombre haciendo un gesto muy cortes le indicó que se la comiera ella y levantandose la saludo y se despidió con una sonrisa.
Que poca vergüenza se dijo para si encima se ríe hacia falta darle una bofetada para que aprenda a no coger lo que no es sullo, en aquel momento anunciaban que tenia que embarcar abriendo el bolso para guardar el libro vio con estupor que la bolsa de las galletitas estaba allí dándose cuenta de su errorse sintió abergonzada, pues se había comido las galletas que no eran de ella.


Y ahora que cada uno que lea este cuento cuento saque su propia moraleja